Este es nuestro número aniversario. Una edición en la que nos gusta parar la pelota y
pensar un poquito temas que están atravesando a la industria. Esta edición en particular
es justamente lo difícil que se volvió parar la pelota y pensar por qué estamos en un
contexto que nos está pasando por arriba. ¿Cómo se trabaja cuando vivimos en 2X
todo el tiempo?
Rafael: ¿Por dónde empezar? Nuestro nivel de prioridades tiene mucho que ver, primero,
con entender qué le está pasando al cliente, ¿en qué estado está? Hay clientes que aprovechan
el caos para pensar. En momentos en que hay muchísimo ruido, dicen: "Me gustaría pensar
con ustedes esta situación mientras resuelvo el ruido". Sobre todo con trabajos estratégicos.
Pensar de fondo algo de la marca o de la compañía. Muchas veces hacemos trabajos de
consultoría, de estrategia, que no tienen creatividad y que no se publican en ningún lado.
Estamos en un momento en donde está todo medio parado, eso hace que muchas marcas y
compañías estén con la expectativa de ver qué pasa. En líneas muy generales, las compañías
están vendiendo un 30 % menos de lo que deberían, y eso hace que también no haya mucho
apuro en este momento.
Creo que las marcas se están preparando para volver a arrancar. Es un momento de transición
y un poco revolucionado donde estamos entendiendo para dónde llevar el laburo.
El espíritu de la agencia hoy es hacer
mucho más de lo que hicimos siempre. Y
de alta calidad. Al no tener la barrera de
la producción tan alta, y depender mucho
más de nuestras ideas que del dinero que se
dispone para producirlas, la posibilidad de
hacer es enorme.
Entre tanto generador de contenido, donde te ofrecen creatividad desde los medios,
los streamings, los influencers, la IA... ¿Dónde posicionas una agencia hoy?
Rafael: Para mí hay algunas cosas que son buenas y malas noticias a la vez. Más buenas que
malas, quizás. Todo el mundo habla de la inteligencia artificial como un ente que nos está
pasando por arriba, a toda velocidad.
Por nuestra manera de trabajar y por dónde está nuestro valor, para la agencia el hecho de
que se puedan producir cosas más rápido y mucho más baratas, nos hace un bien; sentimos
que podemos hacer más ideas que antes. Nuestras ideas tienen más chance de ver la luz que
antes de la IA.
Gustavo: Obviamente el Buró está recontra subido a la IA. Los chicos que estaban haciendo
3D de repente sienten que hay cosas que les quedan viejas o lentas y pasan a otra. La calidad
final de las cosas también cambia rápidamente. Todavía la IA no llega a ese "finish" que a
nosotros nos gusta, y muchas veces se cree que con la IA hacés las cosas más rápido y no es
tan así. Pero sí hay una cuestión de posibilidades, hoy tenemos muchas más posibilidades.
Rafael: Yo creo que lo que necesitamos es hacer más. Creo que la coyuntura económica, hace
que no hagamos todo de lo que podríamos hacer. Pero hay muchas cosas que las marcas
podrían darle a la gente. El espíritu de la agencia hoy es hacer mucho más de lo que hicimos
siempre. Y de alta calidad. Al no tener la barrera de la producción tan alta, y depender mucho
más de nuestras ideas que del dinero que se dispone para producirlas, la posibilidad de
hacer es enorme.
¿Y por qué abrieron el Buró?
Rafael: Nosotros siempre tuvimos un gran cariño y pasión por el diseño. Yo soy director de
Arte de formación, y el diseño siempre me encantó. La agencia siempre le dio mucha bola al
diseño, a la estética, a la fotografía. Nos parece que las cosas se tienen que ver lindas y bien.
La posibilidad de que venga Gustavo a armar el Buró y hacer de eso una unidad de negocio
nos pareció una buena idea. Ya no solamente es una agencia apasionada y con ganas de
hacer que todo se vea más lindo, sino que el diseño es un negocio en sí mismo; y que se haya
sumado la tecnología hace que la unidad hoy sea mucho más importante y más grande que
hace seis meses.
Gustavo: Conozco a los chicos de la época de Agulla & Baccetti, y para mí es una alegría
enorme trabajar con ellos. Me gusta lo que hago y disfruto del proceso. Como decía Rafa, nos
gusta mucho la dirección de arte y el diseño, y lo cierto es que nos abre muchísimo la cantidad
de entregables que podemos tener. De alguna manera la unidad también fue creciendo sola:
sumamos 3D, Motion, Inteligencia artificial. Y no solo porque es lo que se está moviendo,
sino porque nos gusta. Nos divierte.
Lo bueno que trae la IA, en ese sentido, es
que democratiza mucho la posibilidad de
hacer. Entonces, hay más posibilidades de
decir: "Bueno, ¿sabes qué? Probemos. ¿Sabés
por qué? Porque no te cuesta nada".
¿Creen que el buen diseño está subestimado entre los clientes? ¿Aún hay que insistirle
al cliente sobre la importancia del craft?
Rafael: Insistir sobre la calidad de las ideas es un laburo diario. Yo creo que hay un norte
que no se puede perder. Hoy el 98 % de la publicidad, en el formato que sea (TV, gráfica,
redes sociales, etc.) es lineal, y es informativa. Entonces se da la profecía autocumplida: ves
publicidad que no querés ver, y pagás para no ver. La publicidad que dura cinco segundos, la
que aburre, interrumpe, molesta, no es la que te entretiene, la que te divierte o te emociona.
La publicidad se convirtió en un demonio que la gente paga para no ver. No hay una búsqueda
ni respeto intelectual por la gente. Entonces es una lucha que tenemos que seguir dando.
Se decía que la gente no entendía nada, que no veía nada, que las redes sociales no sé qué. Le
echamos la culpa a la gente de nuestra propia ineficiencia y de nuestra propia incapacidad de
pelearla. Pero nosotros nunca vamos a hacer un laburo informativo para cumplir, digamos.
Lo bueno que trae la IA, en ese sentido, es que democratiza mucho la posibilidad de hacer.
Entonces, hay más posibilidades de decir: "Bueno, ¿sabes qué? Probemos. ¿Sabés por qué?
Porque no te cuesta nada".
A la vez, obviamente la velocidad de la IA asusta un poco, porque todo el mundo tiene miedo
de quedarse sin trabajo. Hay un diseñador que dice: "En vez de hacer la foto, hagámoslo con
IA". Y si lo hace bien, la IA resuelve bien eso, y quizás dentro de un mes yo sea obsoleto. Creo
que va a pasar con las ideas también, porque seguramente hay gente que ya está prompteando
ideas. Esa sensación nos va a acompañar a todos en este proceso.
Mientras tanto, creo que la búsqueda y la pelea para que las cosas que hacemos estén buenas
y se vean lindas es importante. Borremos la idea de que si hablamos de precio, tiene que ser
feo porque si es lindo, la gente cree que es caro.
Gustavo: Lo importante es que siempre trabajamos con un racional de atrás, con un concepto
que viene de un pensamiento estratégico. Todo tiene un racional atrás, incluso una obra
de arte. Creo en la importancia de que las cosas se vean lindas, sobre todo en la calle. Por
supuesto que tenés tu pack, tenés tu cartel, pero que eso a la vez ayude a que la calle sea más
linda, que aporte algo estético.
Lo mejor que uno puede hacer es tratar de
entender lo que está pasando. Por momentos
la pegamos con el pulso de lo que creemos
que está pasando y con lo que la gente se va
a enganchar. Y a veces no, y a veces la gente
se engancha con algo inesperado. Las ideas
deben tener muchos anzuelos donde la gente
se pueda enganchar.
La serie Adolescencia, en su momento, expuso hasta qué punto no tenemos idea de
lo que les pasa a los jóvenes y cómo se comunican. ¿Sienten que la publicidad está
entendiendo a quién tiene del otro lado?
Rafael: Hay momentos que pensás que sí, y otros que no, depende de los resultados. Hay
cosas que son un poco random. Mi hija de 20 y pico escucha Spinetta, y no es porque yo se
lo puse. No solo escucha Spinetta, tiene una remera de Spinetta. Y yo en mi puta vida tuve
una remera de Spinetta. Eso te habla de que hay cosas que uno no espera, que son random.
Lo mejor que uno puede hacer es tratar de entender lo que está pasando. Por momentos
la pegamos con el pulso de lo que creemos que está pasando y con lo que la gente se va a
enganchar. Y a veces no, y a veces la gente se engancha con algo inesperado.
Las ideas deben tener muchos anzuelos donde la gente se pueda enganchar. Capaz no se
engancha exactamente con la historia; capaz se engancha con la banda, con ese momentito
que le diste de emoción, con algo visual o con parte de un meme. Todo es tan random y hay
tanta información que las ideas deben tener diferentes anzuelos.
Es un poco la lógica que seguimos usando para trabajar, porque en general uno nunca fue
el target al que le vendió. Cuando fuimos pendejos le vendíamos a los de 30 y pico, cuando
nos pusimos viejos les vendemos a los más chicos. Siempre tenés que estar mirando a tu
alrededor.
Elegir el tono con el que hablamos, en un mundo atravesado por ansiedades y grietas
es super importante. ¿Cómo se juega con el tono?
Rafael: El tono es un poco de estómago también, ¿viste? Hay mucho de sentido común. De
ver lo que está pasando, de ver las categorías para las que trabajás y tratar de correrse de lo
que hacen todos.
Si todos se están poniéndose serios, bueno, yo básicamente voy a correrme de esa seriedad.
Si todos están haciéndose los graciosos, si somos todos unos locos bárbaros, bueno, entonces
yo me voy a correr a un lugar más reflexivo, y a dejarlos a estos como unos desubicados.
Creo que la coyuntura y lo que hacen los demás te va marcando el tono, además de tu propia
marca. Hay marcas que es difícil moverlas del tono. Con Banco Provincia hubo una tarea
donde nosotros le cambiamos un poco el tono porque Cuenta DNI nos lo permitía también...
entonces podemos usar ese tono y ayudar a ablandar al banco desde ahí.
Vamos a tener que demostrar, una vez más,
que estamos por encima o a la altura de lo
que hace una máquina. -Nosotros estamos
sobreadaptados, nos adaptamos a mil cosas,
y nos vamos a tener que adaptar de nuevo.
No encuentro otra solución.
¿La IA no está generando una tensión con el mundo de las productoras?
Rafael: Sí, es una cagada en ese sentido. Toda mi vida trabajé con fotógrafos y me encanta.
Creo que lo que va a tener que pasar es que toda esa gente aprenda como nosotros, y usar todo
ese talento, esa capacidad, su ojo, su conocimiento para trabajar con la IA. Esto es algo que
no podemos parar. Es como los taxistas tratando de frenar Uber o Cabify. La gente talentosa
le va dar a la IA una calidad que no le va a dar un "ñato" cualquiera.
¿Qué es lo que pasa también? Hay que ser honestos: la diferencia económica es muy grande.
Estamos hablando de cientos de miles de dólares vs. cinco mil. Es insalvable en el mundo de
hoy, y ni hablar en la Argentina.
La parte mala de todo esto es que hay gente, de verdad, que está dejando de hacer cosas y
yo creo que más gente va a dejar de hacer cosas. Ahora pareciera que solamente le sucede
al craft, pero dentro de poco va a pasar con las ideas. Vamos a tener que demostrar otra vez
más que estamos por encima o a la altura de lo que hace una máquina.
Nosotros estamos sobreadaptados, nos adaptamos a mil cosas, y nos vamos a tener que
adaptar de nuevo. No encuentro otra solución.
Hablemos de Frávega y ese nuevo trabajo con las cajas voladoras en las que nos
enteramos de que hay algo más que electrodomésticos. ¿Cómo se trabaja también en
categorías que están tan blureadas y empiezan a competir entre todos?
Rafael: Las marcas van cambiando, y muchas veces las marcas que uno conoce ya no hacen lo
que uno cree que hacían. A veces la gente tarda en darse cuenta, o las marcas tardan un poco
en poder comunicarlo con claridad. La búsqueda de Frávega viene por ese lado. Hace rato que
hace otras cosas, pero no había una claridad total sobre eso. La empresa fue incorporando
otros formatos y experiencias a los que ya tenía. Y la caja es todo un símbolo del delivery;
ya sabemos que, sobre todo después de la pandemia, se modificó la manera de comprar. Y
quisimos mostrar que no hay solo un dueño de la caja. (risas). Me parece que está buena la
pelea, que obviamente es asimétrica todavía, pero es como decir: "Che, mirá que hay varios
que tenemos cajas". Yo también tengo cajas y están buenas. Este fue el primer comercial, en
el que te llega un rompecabezas. Y pensamos ¿qué elemento que sea bien claro que no es un
electrodoméstico pongo para que se entienda que no solo vendo electrodomésticos?
Creo que todo se va moviendo muy rápido. Y las marcas que se mueven son las que sobreviven,
las que se reinventan. Frávega se reinventó. Me recordó cuando lanzamos en su momento Al
mundo. Y era un monopolio también donde Despegar era el único. El mensaje era: pero pará,
no sos el único. Había que buscar un lugar estratégico donde aportar un valor agregado, y
que no sea un copy-paste.